Sociedad
Temporada alta de arañas de rincón: cómo reconocerla y prevenir picaduras
Con la llegada del calor y los primeros días de primavera, se multiplican los casos de picaduras de arañas loxosceles, también conocidas como arañas de rincón. Médicos advierten que pueden causar desde lesiones leves hasta cuadros graves con compromiso sistémico.
La Plata, jueves 23 de octubre de 2025.
Con las temperaturas en ascenso y los vientos típicos de esta época, aparecen con mayor frecuencia las arañas loxosceles, una especie doméstica de hábitos nocturnos que prefiere lugares oscuros, rincones y zonas poco ventiladas del hogar. También conocidas como “arañas de rincón” o “violinistas”, se las considera ponzoñosas, ya que su veneno puede generar lesiones importantes si no se trata a tiempo.
Según explicó la médica @RCPavanzado en su cuenta de X, en Argentina existen tres arañas venenosas: la Loxosceles laeta (de rincón o violinista), la Latrodectus mactans (viuda negra) y la Phoneutria (bananera). En el caso de la primera, su mordedura puede provocar desde dolor y ampollas hasta necrosis de tejidos y, en los casos más graves, fiebre, vómitos, compromiso renal y alteraciones en la coagulación.
Cómo reconocer a la araña de rincón
Las loxosceles son de tamaño pequeño, de color marrón claro a oscuro, y poseen una mancha en forma de violín en la parte superior del cuerpo. A diferencia de otras arañas, tienen seis ojos dispuestos en tres pares, y suelen ocultarse detrás de muebles, cuadros, pilas de ropa o zapatos.
Su veneno contiene enzimas que destruyen tejidos y puede causar lesiones necróticas en pocas horas. Por eso, ante cualquier picadura sospechosa, se recomienda consultar de inmediato en un hospital o centro especializado en ponzoñas.
Qué hacer y qué no hacer ante una picadura
Qué hacer:
Lavar la zona con agua y jabón.
Aplicar hielo o compresas frías.
Tomar un analgésico si hay dolor.
Elevar la parte afectada.
Si es posible, tomar una foto de la araña para facilitar su identificación.
Qué no hacer:
No intentar atraparla ni manipularla.
No aplicar alcohol ni antisépticos fuertes.
No hacer torniquetes ni intentar extraer el veneno.
No automedicarse con antibióticos o corticoides.
El tratamiento depende del tipo de lesión y del tiempo transcurrido desde la picadura. En los casos más severos, se evalúa la aplicación de suero antiveneno, aunque no se indica de forma sistemática.
Cómo prevenir su aparición en casa
Sacudir la ropa y el calzado antes de usarlos.
Evitar dejar ropa o mantas en el piso.
Limpiar con frecuencia detrás de muebles, cuadros y estanterías.
Separar la cama de las paredes (al menos 10 cm).
No acumular objetos, cartones o ropa en rincones oscuros.
Mantener cerradas las grietas o huecos en paredes y zócalos.


