Sociedad

Incendios en la Patagonia: entre el desastre y el ajuste que complica todo

07 Feb, 2025 Facundo Benitez

La Patagonia, un refugio vital de biodiversidad y naturaleza única, está siendo devastada por los incendios.

En menos de un mes, el fuego ya arrasó con más de 20.000 hectáreas, un número que equivale a la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este desastre, que afecta a varias provincias como Chubut, Neuquén y Río Negro, se ha convertido en una tragedia ambiental y humana, que aún no tiene un freno claro.

Según Greenpeace, a fines de enero se habían quemado 15.000 hectáreas, y en tan solo una semana, el fuego avanzó aún más. En los últimos diez años, la Patagonia ya perdió más de 78.000 hectáreas de bosques, esenciales para el ecosistema y el control del cambio climático. En este contexto, los brigadistas, luchando en condiciones extremas, intentan contener el desastre, pero lo hacen sin los recursos adecuados y con una incertidumbre laboral creciente.

El presupuesto 2025: un golpe a la protección ambiental

En medio de este caos, el gobierno nacional plantea un presupuesto para 2025 que recorta drásticamente los fondos destinados a la protección ambiental. El presidente Javier Milei presentó el proyecto el 15 de septiembre, en el que se destacan medidas como la disminución de asignaciones para programas clave, como el Fondo Nacional para Bosques Nativos. De aprobarse, la asignación para este fondo sería la más baja desde su creación, cubriendo solo el 2,5% de lo que estipula la ley. Esto no solo pone en riesgo la conservación de los bosques nacionales, sino también la vida de los brigadistas, que siguen luchando contra las llamas con un presupuesto cada vez más escaso.

Los recortes afectan también a la Subsecretaría de Ambiente, que representaría solo un 0,066% del total del presupuesto, y a la Administración de Parques Nacionales, cuyo presupuesto sufriría una caída de hasta un 25% si se tiene en cuenta la inflación estimada para 2025.

El factor humano: incendios provocados y trabajadores precarizados

El fuego en Argentina no es solo un problema ambiental, sino también humano. Más del 90% de los incendios son ocasionados por la acción del hombre, pero rara vez se castigan de manera efectiva. Las penas por estos delitos suelen ser leves, lo que fomenta la impunidad y permite que los responsables sigan sin consecuencias.

Además, en algunos casos, como señala la periodista Gioia Claro, se sospecha que detrás de los incendios hay intereses inmobiliarios, donde los terrenos quemados se revalorizan para futuros proyectos urbanos. A pesar de las denuncias, la falta de investigación y castigos contundentes sigue siendo una constante.

En medio de esta situación, los brigadistas siguen arriesgando sus vidas. La precariedad laboral es una realidad, ya que muchos de ellos trabajan con contratos temporales, sin estabilidad ni garantías. Los salarios, como el de un brigadista que percibe unos 800.000 pesos mensuales, son bajos si se consideran los costos de vida en el sur del país.

Conclusión: un panorama sombrío

Mientras la Patagonia arde, el gobierno parece más preocupado por recortar presupuestos que por proteger uno de los ecosistemas más valiosos del planeta. Los brigadistas, que luchan en solitario contra un fuego imparable, son los verdaderos héroes de una tragedia que podría haberse evitado con una mejor gestión y una mayor inversión en la protección ambiental. La falta de voluntad política y los intereses económicos parecen estar por encima de la vida y el futuro de la Patagonia.

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