Sociedad
La inflación sigue sin dar tregua: ¿Qué está pasando con los precios internos en febrero?

Las subas no cesan y ya generan preocupación, especialmente en el contexto electoral.
La gestión de Javier Milei enfrenta un panorama complejo cuando se trata de frenar la inflación, especialmente con los precios de productos clave para la canasta básica, como la carne vacuna, sin ceder.
A principios de febrero, el gobierno logró registrar una leve baja en los precios, pero la tercera semana del mes marcó un repunte, lo que vuelve a encender las alarmas. Las carnes, junto con las bebidas, continúan siendo los principales factores que presionan al alza, algo que podría complicar aún más las perspectivas económicas del oficialismo.
El impacto de los alimentos en la inflación: ¿Cómo se está calculando el IPC?
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló que el índice de precios al consumidor (IPC) aumentó un 2,2% en enero, siendo los alimentos y bebidas el sector más inflacionario, con un 1,8% de incremento. Sin embargo, las consultoras privadas ya proyectan que la inflación de febrero podría superar ese porcentaje. En el Gran Buenos Aires, por ejemplo, la consultora Analytica anticipa un aumento de hasta el 3% en productos como carnes, gaseosas y aceites. De acuerdo con sus estudios, las carnes y derivados subieron un 6,8%, mientras que aceites, grasas y mantecas aumentaron un 2%. Los artículos menos afectados fueron las frutas y el té, con una subida mínima.
Consultoras privadas proyectan una inflación de hasta el 2,6%
Otras consultoras, como LCG y EcoGo, también advierten sobre un escenario inflacionario complicado. LCG estima que la inflación mensual en alimentos alcanzará un 2,5%, con aumentos significativos en bebidas e infusiones (+5,2%) y lácteos (+2,6%). Por su parte, EcoGo prevé una inflación de 2,6% para febrero, explicando que, si bien los precios de los alimentos subieron más de lo esperado, otros sectores del IPC se mantuvieron estables, lo que equilibró las cifras. Para esta consultora, el impacto en los alimentos consumidos dentro del hogar sería aún mayor, con un aumento proyectado de 3,6%.