Punto capital
La Refinería La Plata, 100 años en el corazón energético del país
A un siglo de su puesta en marcha, el mayor complejo de refinación de la Argentina celebra su aniversario combinando récords productivos, innovación tecnológica y un fuerte impacto industrial y social en la región bonaerense.
La energía rara vez ocupa el centro de la escena, pero sostiene cada aspecto de la vida cotidiana. Desde el transporte hasta la producción industrial, detrás de cada actividad existe una red silenciosa que se adapta al ritmo de los tiempos. En la Argentina, pocas instalaciones representan mejor esa continuidad que la Refinería La Plata de YPF, una planta que atravesó generaciones y transformaciones sin perder relevancia.
Ubicada en el núcleo del polo industrial bonaerense, la refinería cumplió el 23 de diciembre cien años de operación. No se trata solo de una fecha simbólica: es el complejo de refinación más grande del país y uno de los más importantes de Sudamérica, con un peso decisivo en el abastecimiento energético nacional.

De proyecto estratégico a referente regional
La historia de la Refinería La Plata comenzó en 1925, impulsada por la visión del general Enrique Mosconi, quien entendía la energía como un pilar de la soberanía nacional. A lo largo del siglo, ese concepto se fue resignificando al ritmo de los cambios tecnológicos y productivos, pero mantuvo un hilo conductor: garantizar suministro y desarrollo.
Ese recorrido tuvo un nuevo reconocimiento en 2025, cuando fue distinguida como la mejor refinería de Latinoamérica por la Latin America Refining Technology Conference. En paralelo, la consultora internacional Solomon la ubicó entre las plantas más eficientes del mundo, destacando su desempeño operativo.
Los números acompañan ese reconocimiento. Durante el último año, el complejo alcanzó marcas históricas: en agosto procesó más de un millón de metros cúbicos de crudo y consolidó una capacidad superior a los 210 mil barriles diarios, con una participación creciente del petróleo proveniente de Vaca Muerta.
De allí sale el 41% de las naftas y el 39% del gasoil que se consumen en la Argentina. Además, la refinería abastece a más del 60% del Área Metropolitana de Buenos Aires y a otras zonas estratégicas del país, lo que la convierte en una pieza clave del sistema energético.

Tecnología, datos y una nueva forma de operar
El centenario encuentra a la planta en pleno proceso de transformación. Desde YPF señalan que el foco ya no está solo en la capacidad productiva, sino en una evolución cultural apoyada en tres pilares: uso intensivo de datos, trabajo colaborativo y eficiencia operacional.
Uno de los avances más visibles es la Real Time Operations Room, una sala que centraliza el monitoreo de todas las unidades productivas. Conectada al Real Time Intelligence Center, permite analizar variables en tiempo real y tomar decisiones inmediatas para optimizar la operación.
Esta herramienta facilita que ingenieros y operadores recuperen con mayor rapidez las condiciones óptimas de funcionamiento, anticipando desvíos antes de que afecten la producción. La información en línea se transforma así en un aliado clave para la mejora continua.
A esto se suman tecnologías como gemelos digitales, simuladores dinámicos y sistemas de mantenimiento predictivo. Estas soluciones permiten ensayar escenarios, reducir consumos energéticos y maximizar el rendimiento de los activos, alineando a la refinería con estándares internacionales.
Todo este proceso se enmarca en el Plan 4x4 de YPF, la estrategia que busca cuadruplicar el valor de la compañía en cuatro años. Dentro de ese esquema, la Refinería La Plata cumple un rol central como plataforma industrial para fortalecer márgenes y consolidar la base operativa.

Un motor productivo y social
Más allá de la tecnología y los récords, la refinería mantiene un vínculo estrecho con su entorno. Su impacto se siente de manera directa en Ensenada, Berisso y La Plata, donde el empleo local y la actividad económica giran en torno al complejo.
Cada jornada, más de 4.000 personas ingresan a la planta, reflejando una dinámica que no se detiene. La refinería funciona como un ecosistema en el que conviven industria, conocimiento y desarrollo territorial, integrando producción energética con oportunidades sociales.
Con inversiones constantes, innovación y una cultura que pone a las personas en el centro, la Refinería La Plata encara su segundo siglo como un actor estratégico. Su trayectoria demuestra que sostenerse en el tiempo implica transformarse, y que pensar los próximos cien años empieza, necesariamente, hoy.


