Sociedad
El colectivo Iglesia Sin Abuso pide a posibles víctimas de abuso del sacerdote Sidders que se acerquen a denunciar

Sobrevivientes de abusos cometidos por sacerdotes convocaron a posibles víctimas del cura Raúl Sidders, quien quedó detenido el pasado miércoles en La Plata acusado de la agresión sexual de una alumna de un colegio privado, para que se acerquen y aporten su denuncia.
Se trata del colectivo Iglesia Sin Abuso (ISA) que pidió a posibles víctimas de Sidders "no te calles" ya que con "tu testimonio podés apoyar a la denunciante" y solicitó contactarse a través de los correo electrónico: investigación.abusos.raul.sidders@gmail.com o iglesias.sin.abusos@outlook.com.ar.
"Una vez que se contacten, recibirán el asesoramiento legal correspondiente y la contención psicológica debida y necesaria para atravesar el proceso de denuncia", explicó a Télam una fuente de ISA, quien remarcó que "no estarán solos o solas".
Sidders, a quien los alumnos del Colegio San Vicente de Paúl llamaban en secreto "El frasquito" porque los obligaba a masturbarse para guardarse su semen en un recipiente, se entregó el 2 de diciembre último en la Fiscalía de La Plata y, tras ser indagado, quedó alojado en la DDI de la capital bonaerense.
Una fuente cercana a la investigación calificó de "desopilante" la declaración del sacerdote, acusado de abusar sexualmente de una alumna de 11 años, ya que pretendió desconocer a la víctima y se mostró como "un hombre rural de lenguaje llano" que tuvo "un programa de televisión re-picante", que siempre fue "arisco con las mujeres" y hasta aludió al aborto.
"No recuerdo a la víctima, no me acuerdo los nombres de los maridos de mis hermanas, me oriento en el terreno pero no tengo memoria de nombres", dijo Sidders al ser indagado ayer, según confió una fuente cercana a la investigación.
El cura explicó que "en el colegio les explicaba a las chicas el orden natural. Matar a un chico por nacer va a ser siempre un asesinato".
"Soy un hombre rural, tengo un lenguaje muy llano, he recibido sanciones por eso, ahora soy una señorita a los golpes", afirmó, y remarcó: "Yo iba a lo central, al pan pan y al vino vino y al que no le guste que se busque otro colegio".
"Quiero aclarar que yo siempre fui muy arisco con las mujeres, no me jodan con la teoría del género, no es del orden natural. Eso me lo decía el mismo (monseñor Héctor) Aguer, yo soy de trinchera", fueron otras de sus declaraciones en la indagatoria de ayer.
Sidders dijo que durante los 20 años en que trabajó en el Colegio San Vicente de Paúl nunca tuvo problemas.
El sacerdote está acusado del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de realización doblemente agravado contra una mujer que denunció haber sido atacada entre 2004 y el 2008, cuando tenía entre 11 y 14 años y asistía al establecimiento.
Según consta en el pedido de detención, al que accedió Télam, Sidders "hacía colocar sus manos (de la víctima) en los bolsillos de la sotana y sentir su pene erecto, situaciones que acaecían en el patio de la institución y durante los recreos, lo que provocó un grave daño en la salud mental de la niña".
"Asimismo, y en las habituales ocasiones en las que recibía el sacramento de confesión, corrompió a la menor mediante explicaciones personalísimas sobre cómo masturbarse, realizar sexo oral y mantener relaciones sexuales con acceso carnal con su novio", precisó el fiscal en su escrito.
La mujer que hizo la denuncia contó que el sacerdote empezó a acosarla a los 11 años.