Espectáculos
Icardi rompe el silencio: acusaciones de Wanda Nara, su relación con la China Suárez y sus hijas, a fondo
La novela del verano sigue dando que hablar. Mauro Icardi, delantero del Galatasaray, volvió a ser el centro de la atención mediática tras publicar un fuerte comunicado en su cuenta de Instagram.
En el texto, desmintió las acusaciones de su exesposa, Wanda Nara, y lanzó duras críticas hacia ella, además de defender a su actual pareja, la actriz Eugenia “la China” Suárez.
Icardi arrancó su descargo explicando por qué se vio obligado a hablar: “No es mi estilo ventilar lo personal, pero no puedo quedarme callado ante las mentiras crueles que Wanda está diciendo sobre mí”. En el comunicado, el futbolista reveló varios episodios que, según él, demuestran la falta de compromiso de Wanda con sus hijas, Francesca e Isabella. Entre esos momentos, Icardi destacó el desalojo de su hogar en Santa Bárbara, tras una denuncia de violencia que calificó como falsa. “Estaba recuperándome de una cirugía y me allanaron la casa sin encontrar nada”, relató.
Otro punto clave fue lo sucedido durante las fiestas de fin de año. Según Icardi, Wanda no cumplió con lo acordado en la Justicia respecto a pasar las fiestas con las niñas. “Me dijo que no podía pagar la caución judicial, pero le había enviado 10.000 dólares días antes. Mientras tanto, se fue de viaje a Punta del Este en un avión privado”, comentó. Ante esta situación, Icardi decidió quedarse con las chicas en Turquía, donde asegura que ellas están felices.
Respecto a los rumores sobre la relación entre la China Suárez y sus hijas, el futbolista fue claro: “Ellas siempre supieron quién es Eugenia, la buscan en YouTube y escuchan sus canciones”. Además, negó que le haya ocultado la verdad a sus hijas y acusó a Wanda de manipularlas emocionalmente: “Les hace creer que nuestra familia se rompió por culpa de Eugenia, pero no tiene el coraje de decirles la verdad”.
Por último, Icardi cuestionó la decisión de Wanda de vivir en Argentina mientras sus hijas estaban escolarizadas en Turquía. “Pudo haber trabajado en Europa, pero se instaló aquí durante dos años, mientras estaba con su novio. Después de tres años, lo terminó reconociendo”, sentenció