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Editorial Pincha: La historia sin fin
Estudiantes volvió a caer como local, esta vez por 1-0 ante un débil Aldosivi, y sin mostrar siquiera un signo de mejora. Sensaciones de lo que dejó el encuentro de ayer.
Por Francisco Gil.
Qué se puede decir de diferente a la última vez que se habló de Estudiantes. Resulta complicado resolver un análisis distinto al del partido con Argentinos Juniors si el equipo ayer, contra Aldosivi, volvió a mostrar las mismas falencias y sigue igual o peor que antes: sin victorias ni goles a favor.
Parece que existiese una especie de pacto en donde, para poder terminar su estadio, el equipo debería resignar puntos como no lo hacía hace años y menos en condición de local. Aunque hoy ya no sorprenda, hace un año, ni el más pesimista hubiera augurado tanto karma en el ansiado estadio de Uno.
Lo cierto es que los equipos ya no temen –si es que alguna vez lo hicieron- enfrentar a Estudiantes en su imponente y moderna cancha. Todos ganan, y pareciera que cada vez con menos: Aldosivi, con muy poco, se llevó tres puntos a Mar del Plata.
No obstante, sería injusto no señalar algunas llegadas del equipo de Leandro Desábato. Sería acertado marcar que éste fue el partido que más ocasiones generó, lo que habla también del nivel con el que se plantó el rival, aunque también dejó al descubierto la falta de lucidez a la hora de definir de varios jugadores.
Se podría decir que, por primera vez en el torneo, la suerte no jugó a favor del Pincha. Aunque no hizo ni remotamente méritos para llevarse una victoria, es cierto que, con algo de fortuna –esa que suelen tener, a veces, los equipos-, podría haber sido otro el resultado.
Pero la explicación está a la vista: un gol de Federico González invalidado por la demora de Leonardo Godoy en largar la pelota antes de cruzar la línea de cal, además de un remate que le sacó a éste último el arquero Luciano Pocrnjic, también por demorar en la definición; y un gol en el descuento del primer tiempo, nacido de un lateral del rival y de un centro logrado entre dos defensores de Estudiantes, con la pelota ingresando en cámara lenta.
Poco más hizo Aldosivi para quedarse con la victoria. No generó nuevas ocasiones en el complemento, ni tampoco logró consolidar un esquema defensivo para cuidar el resultado. Aun así, fue suficiente para seguir cavando más hondo todavía el pozo en el que se encuentra Estudiantes en su propio estadio, con un temprano historial que le costará mucho trabajo y tiempo revertir.
El pibe Darío Sarmiento jugó de arranque y tuvo buenas intervenciones, generando dos de las más claras que tuvo el equipo en el primer tiempo –junto con un remate de afuera de Diego García-, que, por un desentendimiento posterior de sus compañeros, la pelota terminó lejos del arco. A pesar de esto, fue sustituido por otro compañero del country Gaspar Di Pizio.
Con un rival sin muchas ideas ni intenciones de asegurar la victoria, Estudiantes continuó en la misma intrascendencia que viene mostrando desde el arranque del torneo. Parece ser que la “transición” terminó por instalarse en 1 y 57, siendo ya una realidad.
Ya sin chances de clasificar a la ronda de ganadores a pelear por el campeonato, el equipo deberá concentrarse en, por lo menos, anotar un gol y conseguir una victoria –difícil-, ante el puntero San Lorenzo, en el último partido como local.
Con nueve partidos sin conocer el triunfo, igualando su último récord, el equipo de Leandro Desábato se convirtió en el único del certamen en no haber anotado todavía un gol. Quedarán estos últimos dos encuentros más los que disputará en la ronda de perdedores para poder mejorar una de las peores versiones del Club en los últimos años.