Sociedad
Chagas: 116 años después, un diagnóstico que sigue siendo un desafío

Una científica de La Plata trabaja en un test rápido, accesible y portátil para detectar esta enfermedad que aún afecta a millones en América Latina.
Este lunes 14 de abril se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, fecha que busca visibilizar una enfermedad desatendida, pero que sigue presente. A más de un siglo de su descubrimiento, el diagnóstico continúa siendo uno de los principales obstáculos. Desde La Plata, una investigadora del CONICET avanza en el desarrollo de una tecnología que podría marcar un antes y un después.
¿Qué es el Chagas y por qué todavía preocupa?
La enfermedad de Chagas es causada por el parásito Trypanosoma cruzi y puede derivar en serias complicaciones cardíacas y digestivas. Se estima que más de 7 millones de personas están infectadas en América Latina, muchas sin saberlo. Y si bien existen tratamientos, el mayor problema sigue siendo la falta de diagnóstico a tiempo.
Aunque muchos creen que es una enfermedad rural transmitida solo por la vinchuca, la realidad es más compleja. El Chagas también puede transmitirse de madre a hijo, por transfusiones de sangre o trasplantes, e incluso por alimentos contaminados.
Ciencia local para una solución global
En La Plata, la Dra. Yamil Chain, investigadora del CONICET y docente en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, lidera un proyecto clave desde el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA). Junto a su equipo, trabaja en el desarrollo de biosensores portátiles, una tecnología capaz de detectar la enfermedad de forma rápida y sin equipamiento costoso.
“Queremos que el diagnóstico sea posible en cualquier rincón del país, incluso sin laboratorio ni personal especializado”, explica Chain. El objetivo es claro: facilitar el acceso a comunidades rurales y sectores con menos recursos.
Desde La Plata al mundo: innovación con impacto
El equipo del INIFTA lleva más de una década investigando en este campo. Desde sensores montados en DVDs recubiertos en oro hasta electrodos del tamaño de una SIM, cada avance apunta a un test rápido, sencillo y confiable. Además, trabajan en red con hospitales como El Cruce, el Instituto Fatala Chabén y universidades del Reino Unido e Italia.
“La ciencia tiene que salir del laboratorio”, dice Chain. Para que estos avances lleguen al sistema de salud, se necesita también decisión política. Integrar estas herramientas puede cambiar la vida de millones de personas que hoy no tienen acceso a un diagnóstico temprano.