Política

Hagámoslo

10 Dic, 2020 Leonel Sánchez Alpino

Por Victoria Tolosa Paz*

Esta semana asistimos a la puesta en marcha de un proyecto productivo de diseño platense que podría replicarse como modelo de generación de empleo, a partir de un esquema solidario de trabajo conjunto.

Concretamente, hablamos de la reinauguración de la panadería "El Viejo Pepe" de la obra del Padre Carlos Cajade, que si bien se trata de un modelo a pequeña escala, sintetiza un modo de hacer y resolver.

La panadería en cuestión, ubicada en Villa Garibaldi, fue fundada en el ocaso de los 90 por el recordado sacerdote -ensenadense de nacimiento y platense por adopción-. Cajade la vio nacer con la crisis del 2000, y ese sueño se apagó con otra crisis, 19 años después.

Como un ave fénix, aquel proyecto solidario, tan arraigado y caro al sentir popular del sector sur de nuestra ciudad, emergió desde el recuerdo con fuerza prepotente de memoria colectiva.

Una empresa por demás compleja: reflotar y darle vida a un proyecto productivo sobre una realidad de cuatro paredes despintadas y un techo plagado de grietas. Ni gas, ni luz, muchos menos hornos panaderos. Nada. Nada de nada. Y todo en un predio sin servicios, ubicado -claro- en el medio de la nada.

¿Difícil? ¿Imposible? No. El martes 8 de diciembre, de uno de los flamantes y modernos hornos salió un pan dulce caliente, confitado y esponjoso. Y luego fueron decenas. Muchas de las mujeres que se pusieron al hombro la reconstrucción de aquel sueño celebraron vestidas de impecable blanco, con gorros de profesionales panaderas. En definitiva, con ropa de trabajo, con todo lo que eso significa y dignifica.

La panadería de Cajade es un ejemplo de capacitación para emprender un oficio y de generación de empleo donde no lo hay. Ahora la panadería volverá a abastecer a todas las casas del proyecto solidario, como la Casa de los Bebés, Casa del Niño y Casa Joven.

¿Cómo se hizo? Se hizo con todos. Con la fuerza imparable de los responsables del Hogar, con cooperativas que repararon techos y paredes, con la empresa YPF que aportó el gas envasado; con la empresa Edelap que llevó el tendido eléctrico; con Nación y Provincia trabajando en comunión, con un sector privado comprometido, responsable y consciente.

La panadería de Cajade es un norte de esperanza enclavado en el sur.

Apuntalar y multiplicar experiencias como estas es un objetivo que nos une. Hagámoslo. Hagámoslo con convicción, con orgullo y con una enorme alegría. Hagámoslo. Porque mejor que decir es hacer.

*Presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales y concejala de La Plata

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